Espiritualidad

 

La espiritualidad, según el diccionario, es un conjunto de cualidades que tiene un pueblo o una comunidad, para comunicarse con la Divinidad, con la Fuente de la creación, Dios, Dioses, Creador, Gran Espíritu.

Teniendo en cuenta esta definición en casi mayoría de los pueblos, la comunicación se aprendía y se

experimentaba a través de la iglesia y/o de la religión, y dependiendo de dónde habías nacido o dónde habían decidido tus padres bautizarte, perteneces a una cierta religión y casi que independientemente de si tú la practicas o no, eres o no una persona espiritual.

Esta confusión ha llevado a mucha gente/pueblos a abandonar las creencias o prácticas, debido al sistema al que se han convertido las religiones, imponiendo una serie de restricciones, dogmas, interpretaciones erróneos de la Biblia misma (considerado el Libro Santo), etc., esto nos lleva también a alejarnos de cualquier creencia o reconocimiento de la existencia de una Divinidad.

Pero más allá de la religión, cultura, educación, estoy segura de que cada persona está buscando lo que hay detrás de toda la creación, aquella fuerza, poder, yo la llamo energía y amor, para poder experimentarla. Pues a esa capacidad nuestra de buscar la relación con lo Sagrado, lo puro, lo verdadero para cada uno, lo que nos crea y lo que nos impulsa, yo la llamo Espiritualidad.

Para poder conectar, cada persona necesita entender su naturaleza, su pertenencia, su identidad, su personalidad y su esencia. Creo con fuerza, que esa conexión no se puede hacer si uno no reconoce en sí mismo la semilla de su Creador. Desde mi punto de vista, solo en ese momento uno recobra sus poderes, siente la vida, su esencia, que es el Amor y empieza a gozar de ello. 

Así entiendo yo la espiritualidad, así la experimento en cada momento.

Por supuesto, a partir de ese momento cada uno genera su camino según la relación que cocrea con la Divinidad, los labores que cocrean juntos, de las redes que tejen, de cómo lo traspasa a su mundo, en su vida, sus relaciones, y lo que experimenta con esta conexión.

A mí particularmente me ha aportado mucho amor, confianza, presencia, conciencia, alegría, paz y tranquilidad, claridad y sabiduría, esta conexión, de allí nace mi deseo y labor de entregarlo, a todo aquello dispuesto a recibirlo. Creo que es parte de mi legado, expresarlo en el mundo, en alguna forma.

 

Agradecida desde mi corazón,

Magdalena