Re-Nacer es un masaje profundo de relajación que te transporta a un estado de calma y tranquilidad, un estado que, me atrevería a decir, rara vez experimentamos la mayoría de nosotros.

El objetivo de este masaje es reconectar a la persona con ese estado natural de bienestar que nos pertenece por derecho, pero que, lamentablemente, hemos olvidado. Puedo enumerar muchas razones por las que hemos adoptado creencias erróneas sobre estos estados de calma: que son "tonterías", que no podemos "perder tiempo", ideas que se nos inculcan a través de la educación, el entorno o las circunstancias en las que vivimos o hemos vivido. A menudo también influyen el desconocimiento de uno mismo o la falta de espacio para el silencio consciente. Sin embargo, este estado de serenidad es algo natural y necesario para que nuestros cuerpos tengan la oportunidad de observarse, equilibrarse y regenerarse.

Desde esta perspectiva, en ese profundo estado de relajación, nuestro sistema general cambia su información, permitiendo un "reseteo" a todos los niveles y en todos los aspectos que nos conforman: físico, emocional, mental y espiritual. Este proceso abarca desde nuestros comienzos —la concepción, el nacimiento— hasta nuestra madurez y evolución actual.

El masaje se realiza en un ambiente de confianza, algo fundamental a tener en cuenta.

Comienza con una pequeña meditación guiada centrada en la respiración (elemento aire) para equilibrar los dos hemisferios cerebrales. Luego, se realizan toques suaves en la cabeza, y se masajean los puntos reflejos de la columna en las manos, utilizando aceites esenciales cuidadosamente seleccionados y de alta vibración (elemento tierra, material, físico).

En una primera fase, se está sentado en un pediluvio (elemento agua). A continuación, en posición tumbada en la camilla, se continúa con toques suaves y sutiles en la columna vertebral, a través de los puntos reflejos en los pies. Finalmente, el masaje concluye con un trabajo energético para unificar las energías femenina y masculina que nos componen, centrándose en el corazón espiritual (elemento fuego).

Los toques son sutiles durante todo el masaje, con el fin de mantener ese estado de calma y silencio. Al mismo tiempo, se llevan a cabo movimientos diseñados específicamente a nivel energético.

Este masaje está recomendado para aquellas personas que atraviesan momentos de incertidumbre, falta de claridad o motivación, que se preguntan "¿quién soy?". También es ideal para aquellos que sienten gratitud y buscan una práctica que les permita profundizar en ella. Es, además, un masaje excelente para los niños.

Como ya sabéis, en todo lo que soy, sé, creo y comparto, lo que más enriquece esta experiencia es la presencia y el amor del terapeuta.

A veces, las palabras no son suficientes para describir una práctica como esta, por eso recomiendo, ante todo, vivirla. Experimentar aquello que nos resuena, que nos llama, aquello que nuestra intuición —tan sabia— nos señala.

Con mucho amor y al servicio de todos,

Magdalena